Suite personal

Ambientes íntimos, que llegan a ser reflejos de sus mundos interiores y de sus formas de habitar.




Tener un cuarto de baño propio dentro de nuestro dormitorio es un signo de auténtico lujo. Normalmente es un espacio independiente dentro de nuestra habitación, pero en la actualidad son cada vez más las personas que proyectan sus viviendas teniendo en cuenta esta tipología, donde toda la intimidad transcurre en espacios más amplios y dinámicos.

Ducharse, vestirse, dormir, leer, amar; lo cotidiano transcurre en espacios cada día más personalizados, que priorizan lo funcional sin perder de vista el buen diseño y la estética. Las personas disfrutan a diario de esos ambientes íntimos, que llegan a ser reflejos de sus mundos interiores y de sus formas de habitar.
Pensar nuevos sentidos sobre estos espacios ayuda también a proyectarlos. Las viviendas tienen sectores sociales, lugares para compartir y disfrutar con familia y amigos, y ambientes que conservan y atesoran intimidad. Esta privacidad tan necesaria debe conservar lo más auténtico lo más genuino de nuestra personalidad.

Esta suite que muestran las imágenes fue proyectada teniendo en cuenta todas estas necesidades, pero sobre todo la fluidez del espacio desde lo visual como también la conexión entre los materiales, los colores y las texturas.

Maderas cálidas con delicadas vetas contrastan con lacas de alto brillo, las que materializan el mobiliario del vestidor, generando así una transición entre el área de dormir y el baño.


La cama enmarcada por un respaldo capitoné alto, realizado a medida en pana  color hueso, preside este espacio. Mesas de luz de líneas simples con lámparas colgantes  que delimitan cada sector, acompañan este diseño. Frente a la cama, un mueble colgante realizado a medida, contiene un tv plano; la presencia de un sillón de lectura con una alfombra redonda de lana natural, en colores neutros, completan la propuesta.

Los textiles son el capítulo aparte de esta habitación, sus texturas, colores y calidez, otorga toda la personalidad y la sofisticación que el espacio merece. Cortinas livianas de gasa natural, dejan translucir toda la luminosidad del exterior y las pesadas de chenille de seda, otorgan la oscuridad necesaria para el momento del descanso. La ropa de cama está realizada a medida y pensada para acompañar toda esta propuesta, complementándose con los elementos de tapicería.

La caja arquitectónica neutra acompaña y enmarca este diseño; un suelo de pinotea natural recuperado sostiene toda esta ambientación.
El baño conectado con el resto del espacio por una abertura de vidrio trasparente, es sumamente diáfano y luminoso. Revestido íntegramente con un porcelanato simil travertino muy claro, ostenta una mesada con doble bacha incorporada, realizada en mármol negro marquina, mismo material que se repite en el revestimiento de fondo de la ducha y  que a su vez completa el jacuzzi. 

Recuperar la belleza natural de los materiales desde su esencia nos conecta con lo más genuino de nuestro ser, es notable la gran calidad de las imitaciones que nos ayudan al momento de proyectar a ser responsables y tener una visión sustentable; mármoles, maderas, telas, un mundo de posibilidades a la hora de crear diseños de calidad sin perder de vista la ecología. 

En este mundo hiperconectado poder vincularnos con la esencia de los materiales, nos recupera de alguna forma esta humanidad. En los principios necesitamos de ellos para empezar a resguardarnos y así subsistir. Estos espacios de intimidad, que nos resguardan de tanta exposición, se constituyen en refugio necesario, en verdadera conexión con nuestro mundo interior. 

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